En los últimos
años Estados Unidos nos ha dado una desmedida producción, tanto en la pantalla
chica como en el cine, de muertos vivos. Tanto como para que los más apocalípticos
logren imaginar todo tipo de final. Pero lo cierto es que los zombies están presentes
aquí, ahora y desde hace millones de años, tanto en animales como en plantas.
Solo es cuestión de conocerlos porque evidentemente no son como los imagina
Hollywood.
En la naturaleza
existen parásitos que invaden el cuerpo de la víctima y una vez instalados
manipulan el comportamiento del portador. El infectado pierde control de sus movimientos
y de su voluntad, llegando incluso al suicidio. A continuación un puñado de
casos.
Foto: Wikipedia |
Esta hermosa
planta (que acabo de descubrir que se llama Arabidopsis thaliana), cuando es infectada
sus pétalos se vuelven verdes y así vuelven a parecer tiernos brotes, siendo
así muy apetecibles para los insectos. Y para que atraer insectos, simple… son
los trasmisores del parásito. Con esta transformación la planta queda sin flor
y por ende estéril, con lo cual solo sirve para alimentar al fitoplasma que se
alojo en la savia.
Foto: Wikipedia |
Las hormigas carpinteras también sufren, y esto sucede cuando se topan con los hongos ophiocordyceps.
En solo 12 horas después de haber tenido contacto con las esporas de estos
hongos las hormigas pierden total control de su comportamiento. En este punto abandonan
el nido y empiezan a caminar sin rumbo por horas, hasta que finalmente suben
hasta una rama y se cuelga cabeza abajo en un acto suicida. El motivo de que lo
haga en altura es simple… le permite al hongo alcanzar mayor rango de distribución
de sus esporas y así reanudar el ciclo.
Foto: Wikipedia |
Otros suicidas
son los grillos, esos mismos que llenan de romanticismo nuestras noches en los
campos o que nos impiden dormir en una calurosa noche urbana. El ciclo comienza
cuando los grillos se alimentan de insectos muertos infectados, y los
responsable son los nematomorfos o gordiáceos. El problema surge a partir del
que el grillo es terrestre, pero el gusano en su etapa adulta tiene vida
acuática. Como resultado de todo esto es que cuando el parásito está listo para
surgir hace que el grillo simplemente de un salto suicida al agua.
Foto: Wikipedia |
Un parasito que entra
en este rubro y que suele asustar mucho a la población es el Toxoplasma gondii,
que trasmite nada más y nada menos que la toxoplasmosis. El miedo de la
población es debido a que el ser humano puede contagiarse y ya sea por comer
alimentos mal lavados, mal cocidos o por estar en contacto con heces de gatos.
En la mayoría de los casos la población no suele ser consciente de haber
cursado la infección. Es que los síntomas son leves o ninguno (para nosotros es,
como mucho, haber cursado una gripe normal); pero si hay verdadero problema si
la infección se da en la etapa de embarazo, en esos casos el feto si puede
verse muy afectado. En realidad este parasito está definido como zombies solo
para las ratas ya que tienen pierden la capacidad de miedo y en vez de huir de
los gatos corren directamente hacia ellos.
NOTA ESPECIAL SOBRE LA TOXOPLASMOSIS - no dejar de leer
Sobre este último
parasito voy detenerme ya que nos afecta directamente y sobre todo porque hay
demasiados mitos al respecto, y esto solo deja a montones de gatos abandonados
sino que tampoco nos permite cuidarlos correctamente. Para empezar se lo culpa
al gato y resulta no solo no es el único medio, ni siquiera es el más
importante.
El medio por el
que más se contagia el ser humano es la carne poco cocida o mal cocina, la
verdura mal lavada y (en los países que no tienen suficiente control) en las transfusiones
y trasplantes.
En el caso de los
gatos, básicamente se trasmite si ellos comieron carne sin cocinar e infectada.
La ventana de contagio se da solo en los primeros 15 días, es decir que si el
gato vuelve a comer carne infectada ya
no puede trasmitir la enfermedad. Además solo puede contagiarse por las heces
depositadas hace más de 24 horas y menos de 5 días. Y debe haber contacto
directo, esto es haber tocado las heces y llevarse las manos a la boca sin un
lavado correcto.
Es decir, si uno
tiene un gato y hay una embarazada en la casa. La forma más simple de evitar cualquier contagio es controlar que come el gato y no darle carne cruda. El siguiente paso es que durante ese tiempo la embarazada no limpie la litera, y que quien lo haga se
comprometa a hacerlo al menos una vez al día. Si esto no es posible la embaraza
puede encargarse siempre y cuando se limpie bien las manos después (igual
recomiendo limpiarse las manos siempre que se manejen suciedades de cualquier
tipo), y si quiere asegurarse de que nada pase puede utilizar guantes cuando lo
haga.
Pero sobre todo hay que cocer bien los alimentos, limpiar correctamente todos los utensillos que se hayan usado mientras se manejo la carne cruda, lavar bien la verdura (sobre todo la que se coma cruda) y limpiarse bien las manos antes de comer y después de haber manejado tierra.
Fuentes: Circo Viral, Natgeo Español, Xombit, Wikipedia, Hermano Perro - Hermano Gato, Bienestar Animal.
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